Pablo Jarillo, premio Wolf de Física

Pablo Jarillo-Herrero, un joven valenciano, premio Wolf de Física

14 de Enero 2020

Ayer en el grupo de whatsapp cultural de Mislata nos llegó reenviada una noticia que rezaba así : “ Premio Wolf de Física, después del Nobel es el premio más importante para los Físicos, y el ganador es un valenciano, concretamente de una familia de Mislata.”

Y acompañaba al texto la captura de pantalla de unas fotos de los premiados en las distintas disciplinas, la mayoría de ellos muy mayores, lo que contrastaba con la juventud de la foto de Pablo Jarillo-Herrero, que así se llama el protagonista de esta noticia que espero sirva de motivación para las vocaciones STEAM en nuestro país.

Pensé que había una buena historia, y dicho y hecho, pedí el teléfono de la familia en Mislata del galardonado, y fue muy fácil concertar una cita para tomar el café con el padre de Pablo, y mientras lo bebíamos pedí permiso para grabar nuestra conversación lo que pensaba me iba a ayudar a corregir los fallos de mi memoria.

Pablo Jarillo Herrero nació en Valencia en 1976, y su padre lo primero que explicó es que llegó a Mislata con seis años, es decir en 1982, no estudió en ninguno de los centros educativos de Mislata, sino que fue alumno de los jesuitas en Valencia, primero en las Escuelas San José de la pista de Ademuz, y luego el BUP y COU en el Colegio de los Jesuitas junto al Botánico de Valencia.

Es una familia de cuatro hermanos, de la que Pablo es el segundo hijo, dos de sus hermanos son funcionarios municipales en Valencia y en Mislata respectivamente, y el más pequeño estudió Marketing y se dedica a los negocios como empresario. Antes de comenzar su carrera de Físicas en la Universidad de Valencia, en el Campus de Burjassot, Pablo parecía estar destinado a estudiar Biología, su padre recuerda cómo era capaz de esperar inmóvil durante casi una hora en la Sierra de Cazorla a que un lagarto saliera de su refugio para anotar sus observaciones de campo, sin embargo un profesor cambió su vida académica al animarle a inscribirse a las Olimpíadas de Bachillerato de Física que 1994 se celebraron en Valencia.

En aquella competición a la que acudieron escolares de toda España, Pablo consiguió obtener una medalla de bronce pero sobre todo descubrió su vocación por la Física que no le ha abandonado desde entonces. Al terminar sus estudios universitarios recibió el premio final de carrera de Físicas de la Comunidad Valenciana y de España también, nos explicaba su padre, al terminar quería hacer su doctorado y marchó a Estados Unidos a San Diego en California, para lo que consiguió una beca, allí estuvo casi dos años, sin embargo no se entendió bien con su director de tesis un profesor chileno por lo que volvió a Europa y se enroló en la Universidad de Delft en los Países Bajos, terminando su doctorado con la máxima calificación Cum Laude después de un duro escrutinio en que participaron doctores invitados de Japón, USA y Europa.

Al terminar el doctorado marchó definitivamente a Estados Unidos, un año estuvo como profesor en la Universidad de Nueva York, hasta que poco tiempo más tarde participando en un congreso de Física en Seattle fue “descubierto” y recibió dos ofertas de trabajo por parte de la Universidad de Harvard y del MIT de Massachussets en Chicago. Fue contratado por el MIT en donde sigue su periplo profesional hasta ahora.

Es interesante entender que el sistema norteamericano no se basa en el sistema de oposición a cátedra, sino que los contratos son de siete años renovables si se supera los exámenes y auditorías que se celebran a los cinco, seis y siete años. Superados los controles se renueva el contrato, y en caso contrario se invita al investigador a buscar otro destino. Este sistema se basa en el mérito del candidato, que se mide por las investigaciones originales y su repercusión en la sociedad y en la empresa, algo que se puede medir en base a la recaudación obtenida por el Departamento donde el científico trabaja.

La colaboración entre la Universidad y las grandes empresas se basa en este intercambio entre la Ciencia Pura y sus aplicaciones tecnológicas que a largo plazo se pueden desarrollar. La esposa de Pablo es valenciana y también estudió Física, actualmente tienen tres hijos, dos niñas y un niño.

Cuando su padre acudió a visitar a sus nietos, visitó la universidad y le llamó la atención que en corcho donde aparecen las fotos de los científicos que allí trabajan y donde Pablo es jefe de departamento de investigación había una foto de un hombre muy mayor, y al preguntar a su hijo este le explicó que era un premio Nobel de Física que con sus noventa años sigue en activo y acude a trabajar a la universidad siete días a la semana, incluyendo sábados y domingos. No se pierde así, explicaba el padre de Pablo, el talento increíble de algunas personas que llegan en plena forma intelectual a la senectud.

Cuando preguntamos al padre de Pablo a qué dedicaba su tiempo libre el joven estudiante que fue Pablo nos informa que repartía su ocio entre la lectura, la fotografía, el escultismo y el baile. En concreto como bailarín de samba obtuvo algunos premios. Sin embargo su profesor de Bachiller de Física le apartó de su vocación inicial como investigador en Biología que parecía su primera elección como científico y le invitó a embarcarse en el apasionante mundo de la Física.

Todo fue culpa de “un profesor muy majo, de estos profesores muy…, de los que ya van quedando pocos tristemente, que lo cogió, lo preparó bien, y sacó la medalla de bronce, pero le cambió el chip a raíz de es eso, ya que cuando terminó en vez de meterse a estudiar Biológicas se metió a estudiar Física y ha hecho así su carrera.”

Algunos premios que ha cosechado hasta ahora son según explica su padre el Barack Obama a jóvenes investigadores, el Hewlett Packard, premios muy bien dotados económicamente pero cuyos fondos deben invertirse en la investigación. En wikipedia explican así : “ Entre los premios y reconocimientos que ha recibido se encuentran, entre otros: el Premio a Investigadores Noveles de 2006 de la Real Sociedad Española de Física; el Presidential Early Career Award for Scientists and Engineers (PECASE) 2012, otorgado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el premio más prestigioso que el gobierno estadounidense da a un joven investigador; en 2013, el ONR Young Investigator Award ; y el Premio Oliver E. Buckley de Materia Condensada (2020), por el descubrimiento de la superconductividad del grafeno cuando se apila en dos capas orientadas en ángulo.”

Una gran alegría poder compartir ahora la buena noticia de que haya recibido el Premio Wolf de Física, lo que nos ha permitido conocer mejor a su figura humana a través de su familia en Mislata

Juan Costa

Entrevista con Pablo Jarillo-Herrero

Pablo Jarillo

http://jarilloherrero.mit.edu/people/